Hoy no fue un día tan ajetreado como los demás. Ya es nuestro segundo día de clases por lo que ya conocemos la dinámica y nos movemos por nuestra propia cuenta de una manera un poco más segura y suelta.

Debido a que muchos de nuestros horarios no coinciden con los de los demás compañeros de nuestro grupo nos tenemos que dividir para ir a explorar la hermosa ciudad de Cambridge. En mi caso, explorar la ciudad no estuvo dentro de mis quehaceres del día de hoy, sino que todo lo contrario. Aproveché para dormir un poco más para mejorar el cansancio y recuperar las horas de sueño perdidas. Luego de eso fui con dos de mis amigos a desayunar para cargar energías antes de comenzar una larga jornada.

Una vez que terminamos de desayunar comenzó mi día en EF. Comencé con las clases SPIN, unas clases supuestamente especializadas en nuestros gustos, aunque en mi caso poco se parecen a ellos, pues me tocó Gramática y Escritura.

La profesora no tuvo una clase muy dinámica así que pasé gran parte del tiempo viendo como lentamente cambiaba el número de un reloj digital. Sin embargo, esto no fue malo para mí, puesto que me fue útil para comenzar a conocer personas de otros países. Terminé conversando con un chico de Francia y con una chica de Alemania. Luego durante el almuerzo conocí a otros dos chicos, esta vez provenientes de Austria. Entre risas e intercambio de información básica, me terminaron contando que probaron el mate y me preguntaron curiosos si era algo que siempre tomábamos.

Para almorzar, elegí unos macarrones con queso, que, si tengo que calificarlos, no diría que estaban ricos ni feos, simplemente cumplían su función, alimentar. Para cerrar el momento de almuerzo, aproveché a tomar un helado gratis del día de hoy.

Continué con la clase de SPIN y posteriormente fui al salón 110 para otra de mis clases. En mi opinión, la mejor clase con el mejor profesor que se llama John. Por una parte, la clase es maravillosa, con gran diversidad cultural y un muy buen clima que invita y motiva a trabajar y crear nuevos vínculos así como también poner en práctica el inglés. Por otra parte, John, es un profesor que plantea actividades muy dinámicas y que no hacen que te quedes mirando fijamente a un reloj digital. Agregado a esto, John es de nacionalidad inglesa, por lo que tiene un acento nativo, algo muy útil a la hora de aprender el idioma en su forma más pura. Para finalizar la clase y la larga jornada, John se escondió en una parte del campus para que nosotros tuviéramos que buscarlo y decirle una respuesta decisiva, aquella que nos daría los puntos suficientes para ganar un juego. Lamentablemente mi equipo (integrado por una de mis compañeras y dos chicos de Italia) no logró encontrarlo, pero aun así fue una hermosa experiencia, pues entre risas y juegos se aprende mucho mejor.

Es así como terminó mi jornada en EF por el día de hoy, sin embargo, el día aún no terminaba. Desde el campus nos fuimos varios de mis amigos caminando hacia la residencia para merendar algo y luego hacer la reunión diaria entre todo el grupo de viaje.

Allí hablamos tanto de nuestro día como de las actividades que tenemos planificadas para hacer más adelante.

Terminado esto, el grupo de 6º se reunió en la cocina para charlar un poco, jugar y organizar la comida. Una vez decidido esto último, nos pusimos en camino hacia un Food Truck de hamburguesas, el cual se gana un puesto en el ranking de mejores hamburguesas que he probado.

Ya finalizando el día y luego de comer, decidimos jugar a las cartas para relajarnos y cerrar un momento entre amigos.

Obviamente estoy dejando anécdotas por contar o momentos graciosos por relatar, pero este diario de viaje se haría muy extenso, así que es mejor que todos esos lindos recuerdos se guardan en nuestras memorias

Agustín.