Hoy fue nuestro último día de clases de esta semana.

Ayer, algunos de nosotros tuvimos la oportunidad de participar del Punting (navegando por el río Cam en una barca de madera) y fue realmente una experiencia relajante. Mientras el chico que “manejaba” el bote nos iba contando acerca de la historia de Cambridge, nosotros podíamos admirar los bellísimos paisajes a nuestro alrededor, así como la cantidad de colegios que se encuentran allí, tales como King’s College, Trinity College, St John’s College, entre otros.

Hoy, por otro lado, varios de nosotros nos levantamos para ir temprano a la escuela a desayunar y tener clase, y al llegar, mientras esperábamos el desayuno comenzó a sonar la alarma de incendios tal como ayer, pero se trataba solamente de un simulacro, nos dijeron que es algo que suelen hacer todos los viernes.

Luego de que todo se calmara pudimos desayunar tranquilamente para luego ir a clase. En mi caso, tuve una exposición oral acerca de criaturas mitológicas junto con Maite y uno de nuestros compañeros, un chico italiano llamado Alessandro.

Terminada la primera hora donde ya todos los grupos realizaron su presentación, tuvimos una segunda hora de clase muy entretenida, generando debates sobre temas de interés común y aprendiendo a expresarnos y entablar conversaciones con personas de otros países. Hoy, por ejemplo, me tocó trabajar con una chica argentina, un chico polaco y un chico austríaco, y pude conocer más sobre sus países y sus costumbres.

Al terminar las clases, junto con algunos compañeros con los que comparto horario decidimos ir a recorrer la ciudad. Fuimos hasta el popular Primark donde encontramos cosas a muy buenos precios. Pero lo realmente bueno fue cuando llegamos a Magdalene Street. Allí nos dirigimos hacia la zona donde se encuentran todos los colegios, pasando por el Magdalene College y por St Giles Church, una iglesia del año 1881.

Luego seguimos recorriendo hasta llegar a Trinity College y St John’s College pero no pudimos ir mucho más allá porque nos encontrábamos con puertas cerradas por todas partes así que desistimos y volvimos a la residencia.

Luego de bañarme y tener un rato de descanso, bajé a la sala común ya que todos los días tenemos reuniones allí para hablar de cómo fue nuestro día y planificar el siguiente.

Al terminar la reunión, varios de mis amigos y yo fuimos a comprar la cena. Hoy tocó cada uno por su cuenta, y cabe destacar que las elecciones no fueron muy acertadas. Sin embargo, el postre estuvo muy rico.

Para cerrar la noche nos fuimos con todo el resto del grupo al bowling, donde tristemente no llegamos a jugar a los bolos, pero si a otras cosas como el pool y las maquinitas. Fue muy divertido poder pasar un tiempo juntos distendidos, sin pensar en horarios ni correr de un lado para el otro.

Fue una jornada divertida, compartimos lindos momentos juntos, y sabemos que queda mucho más por vivir.

Chiara.