Nuestro último día en Cambridge.
Como todos los días anteriores desayunamos y quienes teníamos clases a primera hora partimos hacia el Campus de EF. Personalmente, mis últimas dos clases fueron mis favoritas de todo el curso; hubo un cambio de profesor y Chris (el nuevo profe) era muy carismático y gracioso. Además, tuvo como propósito de clase conocernos más entre nosotros, por eso las clases fueron principalmente de oralidad.
A la hora del almuerzo un grupo de compañeros italianos me invitó a almorzar con ellos en el centro, donde no solo comimos, sino que después nos quedamos charlando allí y recorriendo esa zona de la ciudad. La pasé muy bien, lástima que fuese mi último día, me hubiese gustado compartir más tiempo con ellos.
En la tarde, tuvimos la Ceremonia de Graduación, donde nos entregaron los diplomas y certificados. Personalmente fue un momento con muchas sensaciones. Por un lado, la nostalgia y tristeza de saber que el viaje está llegando a su fin; por otro la felicidad de haber podido vivir esta experiencia, junto a un grupo de compañeros muy bueno, y haber tenido la posibilidad de conocer e intercambiar culturas con personas de todo el mundo.
En la noche, salimos a comer a Rocker’s Steakhouse, un restaurante ambientado en el mundo del rock, lleno de discos, indumentaria, guitarras y todo lo relacionado con este género musical. Allí despedimos Cambridge y nos preparamos para nuestra siguiente parada, la ciudad de la luz, ¡París!
Sinceramente, Cambridge es una ciudad que me gustó mucho, es muy tranquila, llena de personas jóvenes y muy organizada. Un punto en contra es el horario de cierre de las actividades, es muy temprano (18:00 horas); pero creo que solo es cuestión de acostumbrarse.
Sin dudas recomendaría visitar la ciudad y yo ya tengo ganas de volver.
Gracias Cambridge, te voy a extrañar, me dejaste hermosos recuerdos e increíbles personas.
Sofía